La isla de los Faisanes ocupa una pequeña porción de tierra de 114 metros de largo por 25 de ancho. Se le conoce de esta forma por los faisants, los campesinos que se encargaban de drenar los juncales para cultivar a la vera del río.
Esta isla se localiza en la desembocadura del río Bidasoa, entre la localidad francesa de Hendaya y la española de Irún, que cambia de dueño territorial cada seis meses. Los comandantes navales de Bayona y San Sebastián son los encargados de mantener su jurisdicción y orden de forma alterna.
De febrero a julio la isla es española; de agosto a enero es francesa. Un caso excepcional dentro del Derecho internacional, acordado tras el tratado de Bayona de 1856.
Esta extraña situación tiene su origen en que allí se negoció y firmó el Tratado de los Pirineos, que puso fin a La Guerra de los Treinta Años. Se levantó una barraca justo en el medio de la isla, de tal manera que la mitad era francesa y la mitad española, con lo que los representantes de ambos países se reunían en una sala dividida en dos por la frontera.
Los Faisanes fue el lugar en que la corte española entregó a la francesa a la infanta e hija de Felipe IV María Teresa de Austria para que se casara con Luis XIV. El Tratado de Paz se firmó en presencia del escritor Alejandro Dumas, el pintor Diego Velázquez y el conde de D’Artagnan.
A pesar de esto, los orígenes de la isla son más antiguos. Esta zona fue principalmente un territorio poblado por pueblos prerromanos de origen vascón, dónde se encontraba en sus cercanías Oiasso (actual Irún). Con posterioridad pasó a formar parte del Imperio Romano, con las conquistas de Cneo Pompeyo Estrabón y de Pompeyo El Grande.
Durante un período de menos de 50 años este territorio perteneció a la Marca Hispánica del Imperio Carolingio. Para ser absorbido por la expansión del Reino de Navarra. Desde 1198, estos territorios pasaron a formar parte del Reino de Castilla.
Esta isla también es conocida como Isla de la Conferencia o Isla de los Diplomáticos, y a día de hoy constituye el condominio más pequeño del mundo.
Un condominio es una forma de gobierno en la que dos o más estados comparten la soberanía sobre el mismo territorio, un control que se puede ejercer de dos maneras: por medio de órganos intermedios, que forman el gobierno local o acordando el establecimiento de una administración dividida.