Los elevadores de fachada nos proporcionan una solución rápida y eficiente para subir y bajar de pisos altos multitud de objetos voluminosos, como sofás, muebles, encimeras, cabeceros, etc.
Cuando se trata de trasladar muebles y electrodomésticos de gran peso o grandes dimensiones a un nuevo piso o vivienda, un elevador de fachada aporta la seguridad que llegarán en buen estado, sin que se ponga en peligro su integridad ni la del personal encargado de transportarlos.
También supone un gran ahorro de tiempo, ya que los objetos bajan y suben del piso a la calle directamente, sin tener que hacer varios viajes.
Existe una normativa de elevadores para que el traslado se realice en las mejores condiciones de seguridad:
Se debe realizar una revisión del elevador antes de comenzar a trabajar para asegurarse de que funciona correctamente. Se realizan controles de operación y emergencia, se revisa el estado del motor, las conexiones eléctricas, y la estructura y los barandales de protección.
Además, se revisan los niveles de fluidos como el aceite, se comprueba que no existan fugas del sistema hidráulico y de combustible, y que los neumáticos se encuentren en buen estado con la presión adecuada.
También se verifica que no presenten piezas rotas o sueltas, respetando las recomendaciones de precaución.
Los elevadores de fachada deben estar fabricados con materiales no conductores y anti-chispas, ya que por norma general se trabaja con electricidad y entornos peligrosos. Se controla que el equipo esté fuera del alcance de chispas y alejado de posibles llamas.
La maquinaria debe estar perfectamente asentada para evitar desplazamientos involuntarios o posibles vuelcos. La plataforma de elevación se debe estacionar en un sitio seguro y solo el personal autorizado puede tener acceso a ella.
Se comprueba el tipo de terreno, el estado y la nivelación donde se va a desplazar la plataforma.
También se evalúa la velocidad del viento antes de elevar la plataforma y se verifica que sea apta de acuerdo con las especificaciones del modelo del equipo.
Cuando el trabajo es en la vía pública, se delimita y señaliza el área de trabajo.
También se comprueba que alrededor no existan obstáculos que puedan golpear o atorar el aparato.
El elevador ha de tener barandillas en la parte superior de la plataforma y se han de usar de arneses para garantizar la seguridad.
Los elevadores deben ser manipuladas por personal cualificado y con las licencias necesarias para usar los aparatos. Los trabajadores han de llevar un equipo de protección como cascos, calzado de seguridad, guantes y cualquier accesorio que lo proteja.
Está prohibido dejar objetos sobre la plataforma que pudieran deslizarse y causar daños a personas que se encuentren en el nivel del suelo. No está permitido agregar aparatos como escaleras, sillas, etc., en la canasta para prolongar el alcance de la plataforma.
Las plataformas se deben adaptar a la altura de trabajo necesaria para evitar sobreesfuerzos.
Estas medidas de seguridad garantizan el buen funcionamiento de los elevadores de fachada, evitando accidentes innecesarios.
En Mudanzas Villalba disponemos de elevadores de fachada que cumplen con la normativa de seguridad.