Las mudanzas no suelen gustar a nadie, porque hasta en los casos en los que es para mejor, el momento de empaquetar todo puede llegar a ser tedioso. Por este motivo lo mejor es confiar tu mudanza a una empresa de mudanzas de confianza. En Mudanzas Villalba te ayudamos en todo lo necesario para que trasladar tus enseres no llegue a ser un quebradero de cabeza.

Consejos para hacer una mudanza con niños

Como hemos comentado anteriormente, las mudanzas no son muy agradables, y si a eso le sumamos los niños el proceso puede ser más que agotador.

Participación en el proceso de la mudanza: estaría bien preparar el plan para realizar la mudanza de su cuarto, como si se tratara de un juego.

Las mudanzas mejor en verano: expertos señalan que el mejor momento para hacer una mudanza es en verano. Además de que hace mejor tiempo y los días son más largos, es época de vacaciones escolares y así el ritmo del curso no se verá interrumpido.

Empatizar con los más pequeños: los niños se apegan a sus juguetes, cosas materiales, y su hogar. Ellos necesitan unas rutinas establecidas, y una mudanza les trastoca mucho. En un proceso de mudanza podemos notar a nuestros peques más mimosos de lo normal, tener alteraciones de sueño, de humor, etc.  Es muy importante que seamos pacientes y empaticemos con sus necesidades y emociones.

Cambios individuales: si la familia acaba de pasar por un cambio reciente como puede serlo atravesar una situación de divorcio, enfermedad o pérdida de un ser querido, lo más acertado es posponer la mudanza para no generar estrés, tanto a los pequeños como a los mayores. Daremos tiempo para que toda la familia se adapte a la nueva situación y más adelante realizaremos la mudanza.

Ser positivos: siempre hay que hablar en positivo a los niños, incluso cuando estemos estresados. Tenemos que explicarles el lado bueno del cambio de hogar van a experimentar, pero siempre en su justa medida, para no crear falsas expectativas.

Implicar a los niños en la decoración de la nueva casa: a los niños les encanta sentirse útiles y ayudar a los padres, sintiéndose así como personas mayores. Disfrutarán en grande ayudando a decorar la casa, sobre todo su cuarto.

Rutina cuanto antes: cuando ya estemos instalados hay que volver a la rutina lo antes que podamos. Es importante volver a los horarios habituales de comidas, baños, juego, descanso, etc. Las rutinas aportan seguridad a los más pequeños.

Precaución con los juguetes: mucho cuidado con la pérdida de juguetes de los niños, para nosotros puede resultar una nimiedad, pero a ellos puede provocarlos un gran disgusto. Ten siempre a mano aquellos juguetes y objetos que son más importantes para ellos.

 

En conclusión, cuando pasamos por una mudanza debemos mostrar una actitud positiva y empática para trasmitir confianza y seguridad a los niños. Estamos ante un cambio muy importante para ellos.