Las mascotas son un miembro fundamental de la familia, y al igual que nosotros sufren con una mudanza. Para que el proceso sea lo menos traumático posible, desde Mudanzas Villalba te damos una serie de consejos. Con unos días de paciencia todo volverá a ser como siempre.
Es muy importante saber si hay un veterinario cerca del nuevo hogar en el caso de una urgencia.
El animal debe de estar identificado; es decir, debe de llevar en su chapa nuestros datos con la nueva dirección y también ha de tener su microchip.
Si hablamos de perros, es aconsejable llevarlo a pasear por la nueva zona antes de realizar la mudanza, de esta manera el día del traslado ya no extrañará tanto el nuevo lugar.
También es muy recomendable que el día de la mudanza dejemos a nuestra mascota con alguien de confianza, ya que los animales se pueden estresar al percatarse del jaleo de la mudanza.
La mascota ha de ser la última en el traslado. Lo mejor para ella es llevarla al nuevo hogar al final de la mudanza cuando todo esté ya colocado.
Una vez instalados todos debemos de procurar que el animal no se quede solo en el nuevo hogar durante largos periodos de tiempo hasta que se haya familiarizado.
Hemos de procurar que no se quede solo durante tiempos prolongados sobre todo los primeros días, hasta que el animal se familiarice.
Al cambiar de residencia tus animales deberán de adaptarse al nuevo lugar, por ello tienes que intentar que se sientan como en su antiguo hogar, con las mismas comodidades en las que vivían anteriormente. Llévate todas sus cosas y colócalas del modo que más les gustaba a ellos.
El tiempo de adaptación será diferente de un animal a otro, al igual que ocurre con las personas. Los animales más independientes son los que más sufren los cambios, mientras que los más mimosos en poco tiempo suelen adaptarse al nuevo lugar.
Por todo ello lo fundamental en una mudanza con animales es tener mucha paciencia con ellos y ponernos en su lugar, ellos sufren los cambios igual que nosotros.