National Geographic ya ha elegido cuál es el pueblo más bonito de España para visitar este mes de junio y se encuentra en Mallorca.
El mes pasado, mayo, Iznájar, un municipio de la provincia de Córdoba, fue seleccionado por National Geographic como el pueblo más bonito de España para visitar en mayo. Este mes el medio de comunicación ya ha dado su veredicto, y el municipio más bonito para visitar en Junio se localiza en la provincia de Mallorca, concretamente hablamos de Valldemossa.
Se trata de una localidad de 2000 habitantes ubicada en la Sierra de Tramuntana, Patrimonio de la Humanidad en su categoría de Paisaje Cultural según la UNESCO, y a tan solo 17 kilómetros de Palma de Mallorca. Además, es el pueblo más visitado y conocido de Mallorca.
Valldemossa está rodeado de un hermoso paisaje montañoso, con vistas panorámicas al mar Mediterráneo y a los bosques y valles de la Sierra de Tramuntana. Es tan espectacular que ha sido elegido por National Geographic como el pueblo más bonito de España al que viajar en junio. Su ubicación ofrece un clima más fresco y una atmósfera tranquila y serena, lo que la convierte en un destino popular para los visitantes que buscan escapar del bullicio de las zonas turísticas más concurridas.
«EL LUGAR MÁS HERMOSO DEL MUNDO»
Valldemossa está asociado para siempre a la pareja formada por la escritora George Sand y el compositor Frederic Chopin. La pareja buscaba un lugar donde cuidar la salud del músico e inspirarse. En el invierno de 1838 fueron a parar al monasterio carmelita, la Real Cartuja, fundada en el siglo XIV, donde alquilaron una celda. La celda daba al claustro con limoneros, que fue descrito por George Sand en una carta a un amigo como «el lugar más hermoso del mundo».
QUÉ VER EN VALLDEMOSSA
Puerto de Valldemossa
Una buena opción antes de empezar la visita a Valldemossa es acercarte en coche o moto a su puerto, conocido como Sa Marina, para darte un baño en las aguas cristalinas de una de las mejores calas de Mallorca.
La Cartuja de Valldemosa
La Cartuja o el Palacio del Rey Sancho, es uno de los principales atractivos del municipio. Un conjunto monumental construido bajo la orden del rey Jaime II para su hijo Sancho con el fin de que el clima de Valldemossa fuera favorable para el asma que sufría.
Esta antigua residencia del rey Sancho I de Mallorca, esta se donó en el año 1399 a los monjes cartujos que fundaron la cartuja y donde vivieron más de 400 años hasta que pasó a manos privadas convirtiéndose en una casa señorial y hospedería, donde pasaron temporadas personajes ilustres como Rubén Darío, Miguel de Unamuno, Santiago Rusiñol, Fréderich Chopin y su pareja George Sand.
Jardines del Rey Juan Carlos
Junto a La Cartuja de Valldemosa, podemos disfrutar de los los jardines del Rey Juan Carlos, un lugar donde respirar aire puro y relajarse. Además de un entorno natural inigualable, podremos apreciar los bustos de algunos de los personajes que, a lo largo de los años, han dejado su legado en el municipio.
Museo Frédéric Chopin y George Sand
Frédéric Chopin se hospedó durante el invierno de 1838 en la celda número 4 de la Cartuja de Valldemossa junto a su compañera, la célebre escritora George Sand, que aprovechó para describir esta vivencia en el libro «Un Invierno en Mallorca».
En la actualidad esta habitación se ha convertido en un pequeño museo y uno de los lugares que visitar en Valldemossa más interesantes, donde puedes ver recuerdos de ambos artistas entre los que destaca el piano original Pleyel que Chopin trajo de París.
Mirador de miranda des Lledoners
A pocos metros de la entrada al Palacio del Rey Sancho, ubicada en la Plaza Rubén Darío, se encuentra el fantástico Mirador de miranda des Lledoners, que ofrece las mejores vistas de Valldemossa.
Casa natal de Santa Catalina Tomás
Nacida en Valldemossa en 1531 y conocida en toda Mallorca por el popular nombre de «La Beateta», Santa Catalina Thomas fue una monja tan venerada por sus vecinos y toda la isla que fue beatifica en 1792 y venerada como Santa desde 1930.
En su casa natal se encuentra una pequeña capilla dedicada a Santa Catalina y en el pueblo hay numerosas casas con baldosas pintadas con escenas de la Santa.
Plaza Pública
Presidida por un precioso pórtico que pertenece a la antigua posada de la ermita de la Santísima Trinidad, situada a las afueras del pueblo.