En los últimos años la población se ha concentrado en núcleos urbanos cada vez más densos. Es lógico, pues allí las oportunidades laborales son mayores, sin olvidar la comodidad de tenerlo todo a mano, donde apenas hace falta coger el coche para comprar o disfrutar del ocio.
Pero vivir en un pueblo también posee muchas ventajas, al igual que desventajas. En este artículo te vamos a contar cuáles son esas maravillosas ventajas de mudarse a un pueblo.
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Tranquilidad
En los pueblos no estamos escuchando constantemente a los coches que circulan sin descanso, no se producen aglomeraciones y los grandes edificios se sustituyen por casas independientes o bloques con pocos pisos. Los vecinos quedan más alejados, por lo que disfrutarán de una mayor tranquilidad y descanso.
El ritmo de vida en un pueblo es diferente. Menos atascos, menos colas y menos prisas. Esto se traduce en menos estrés para su población.
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Precios
Una vivienda grande te costará mucho menos que un pequeño piso en la ciudad. Además, no gastarás tiempo ni dinero en transporte.
Los precios de los alimentos y de servicios profesionales también son mucho más asequibles.
No necesitas coger transporte alguno. Puedes ir andando prácticamente a cualquier sitio, lo cual es un ahorro y una forma de moverte.
Los precios de restaurantes o actividades culturales son más baratos.
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Naturaleza
La conexión con la naturaleza es más sencilla en los pequeños núcleos de población, así es que, en los pueblos existe menos contaminación. Se respira aire más limpio y existe gran cantidad de caminos para hacer senderismo y practicar otros deportes al aire libre.
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Salud
Como ya hemos visto en los párrafos anteriores, los pueblos cuentan un aire más saludable, estamos más en contacto con la naturaleza y los niveles de estrés menguan, la salud mejora considerablemente.
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Seguridad
Los índices de criminalidad son más bajos en los pueblos. En las ciudades se producen más robos y accidentes de tráfico. En un pueblo puedes ir con tranquilidad por la calle sin la preocupación de que te roben la cartera. Puedes dejarte la ventanilla del coche bajada o la casa de tu puerta abierta, que lo más probable será que nadie entre y/o te robe.
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Tranquilidad para los niños
Podrán crecer más libres y tranquilos, en la ciudad es imposible de jugar en la calle sin miedo. Disfrutarán del entorno natural y tendrán una actividad física intensa.
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Cercanía a las personas
En los pueblos se conoce casi toda la gente. Puedes ir a por el pan y por el camino ir saludando y charlando con tus vecinos. Esto es una ventaja muy grande para cuando te encuentras en una emergencia, pues siempre tendrás cerca a vecinos para socorrerte.
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Consumo responsable
Apoyar lo local y sostenible. En un pueblo se puede hacer consumo de proximidad, comprando frutas, verduras o carne producida por los agricultores de la zona. Con tu consumo estarás ayudando a la economía local.
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Animales felices
Los animales son los que más disfrutarán de la vida en el pueblo. Los perros tienen amplias zonas para salir a correr y divertirse, y los gatos podrán pasear sin miedo a ser atropellados.
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Tradiciones
Un pueblo siempre te acerca a sus tradiciones.